Tratamientos antes de iniciar un ciclo de inseminaciones

¿Qué conviene saber antes de iniciar un ciclo de inseminaciones?
Es importante recibir información completa sobre el proceso, que se obtendrá mediante:
Entrevista con el ginecólogo especialista en reproducción asistida que explicará la pauta de medicación para inducción la ovulación, como se llevan a cabo los controlas ecográficos, los posibles riegos, etc.
Entrevista con el psicóloga especialista en técnicas de reproducción asistida. Es importante una preparación psicológica para afrontar los cambios emocionales que surgen en el tratamiento y conseguir que sea cual sea el resultado, suponga una experiencia positiva para los pacientes. Esta visita es opcional.
Información administrativa sobre el coste de la técnica.
¿Qué hay que hacer si durante el tratamiento se presenta alguna duda o problema?
Hay que ponerse en contacto con el equipo médico.
¿Qué pruebas son necesarias antes de hacer una inseminación?
Los médicos y biólogos necesitan conocer unos datos de los pacientes. Estos son los principales:
Ecografía para confirmar que el útero y los ovarios están en condiciones de iniciar el tratamiento.
Histerosalpingografía para confirmar la permeabilidad de las trompas de Falopio. Es necesario que a menos una de ellas sea perfectamente funcional para que la inseminación pueda ser efectiva.
Analítica hormonal completa.
Seminograma (análisis de semen), para confirmar que una vez la potenciación quede apta para fecundar los ovocitos, se extiendan esperando en las trompas de Falopio.
¿Hay que firmar algún consentimiento?
Si, es un requisito legal que la pareja firme un documento de consentimiento específico de la técnica de reproducción asistida que va a realizar.
Firman que han sido informados correctamente de los aspectos médicos, Biológicos, Jurídicos, éticos y económicos, y que los entienden y aceptan.
¿Qué riegos tienen las inseminaciones intrauterinas?
Los principales riegos son:
El embarazo múltiple. Hay aproximadamente de un 20% a un 25% de embarazos gemelares, el riesgo de trillizos es muy bajo (<5%), y en caso de producirse es posible recurrir a la reducción embrionaria.
El embarazo ectópico; se decir, que el embrión se implante fuera de la cavidad uterina. Su incidencia es del 2-3% tras inseminación.
El síndrome de
hiperestimulación ovárica. Se produce un aumento excesivo del tamaño de los ovarios, trasudan líquido y el abdomen se distiende. Las pacientes con ovarios de morfología poliquística son la que tienen más riesgo.