Qué son los movimientos fetales reducidos

El movimiento fetal reducido puede ser una afección grave y un indicador bastante exacto de que algo no va bien. Normalmente las causas pueden ser variadas, tales como el movimiento de la placenta delante del útero, lo que provoca que la pared uterina se desplace causando la disminución del movimiento del feto. Esto puede venir dado tanto como por una posible obesidad materna, como por el consumo de tabaco durante el embarazo. Este hecho puede ser de bastante gravedad, por lo que se recomienda que, si se ha notado una disminución en el movimiento del feto en los últimos días, se traslade rápidamente a su médico de cabecera.
La reducción del movimiento a veces solo puede ser una percepción y no ocurrir nada, pero muchas veces es una advertencia de que el embarazo no está evolucionando de la manera correcta que debería hacerlo. Siempre depende un poco del tipo de embarazo, ya que, muchas madres advierten de movimientos leves, patadas y demás en la semana 18 o 20 de embarazo, pero otras pueden hacerlo más tarde. Después, durante la semana 32 es cuando los movimientos empiezan a ser mucho más notados y frecuentes, aunque siempre habrá parones de unos 20 o 40 min durante el llamado sueño fetal. Pero siempre hay que recordar que los movimientos no disminuirán, con el tiempo la madre notará patrones en sus movimientos y hábitos que coge el bebé.
Precauciones ante la reducción de movimiento fetal
Esto no quiere decir que se deba calcular al detalle todos los movimientos del bebé, más o menos un 70% de las mujeres embarazas va a notar cambios en el movimiento durante el embarazo, pero hay que tener en cuenta que el 55% de las mujeres que experimentan una muerte intrauterina, habían notado una disminución del movimiento del bebé en los días previos a que el hecho ocurriera.
Por ejemplo, si se percata de una reducción en el movimiento dos veces, se constata un peligro más importante que si solo se nota una vez. Esto puede deberse a que el feto está intentando buscar más oxígeno del que dispone o que tiene una falta de nutrientes secundaria ocasionada por insuficiencia placentaria.
Por ello, en caso de que se note una reducción del movimiento, es muy recomendable la rápida revisión del estado del bebé, siempre se va a recomendar las revisiones para evitar todo esto, pero si se nota, lo mejor es ir cuanto antes, ya que la rápida intervención es crucial para que el problema no vaya a más.
A veces no será nada y otras se podrá reconducir, dependiendo del problema, aunque en alguna ocasión, dependiendo del tiempo de gestación, se llevará a cabo un parto prematuro para suplir los problemas que hayan podido aparecer en el útero y salvaguardar la seguridad del bebé.
Por ello, se procederá a un estudio exhaustivo tanto de la madre como del bebé, haciendo radiografías y escuchando los latidos de ambos. Siempre es importante estar lo más tranquila posible, ya que el estrés puede afectar negativamente al bebé.