Primer trimestre, cambios en la madre

Desde que se produce la concepción, el organismo se prepara para albergar el feto. El útero comienza a crecer y se incrementa la demanda de nutrientes y de oxígeno. Se potencia la secreción de estrógenos y progesterona para aumentar el tamaño del útero, conservar el embarazo y desarrollar las glándulas mamarias. Estos cambios hormonales también influirán sobre todos los órganos y sistemas.
¿Qué sientes?
El recurso del organismo para que la gestante descanse más horas. Lo mejor: dormir una hora más por la noche y otra después de comer.
Necesidad de orinar: debido a la actividad de algunas hormonas y del tamaño del útero, es normal que la vejiga tenga que vaciar a menudo.
Mareos y náuseas: no se conocen las causas exactas. Se cree que las hormonas afectan el sistema nervioso central y el tracto digestivo.
Tensión en el pecho: las mamas son más sensibles y empiezan a crecer. La aureola alrededor del pezón se oscurece y se observan los vasos sanguíneos bajo la piel. El pecho se prepara para la lactancia.
Cambios externos: la cintura se ha desdibujado, aunque el útero sólo tiene el tamaño de una naranja. La piel está más lisa e hidratada y el pelo tiene brillo y volumen. Las encías y las fosas nasales pueden sangrar debido al aumento de la vascularización de las mucosas.
Cambios psicológicos: o aparecer cierta ansiedad, cansancio e inseguridad emocional, que se alternan con euforia si el hijo ha sido deseado.
Controles obstétricos: En cada etapa del embarazo se realizan una serie de pruebas médicas y evaluaciones del estado de la madre y del feto.