Moverse durante el embarazo

A medida que los meses transcurren es más difícil moverse con independencia. En un comienzo, se nos dificulta dormir y luego ya no es posible atarse los zapatos. Tampoco podemos depilarnos por nuestra cuenta y es común que golpearse contra los marcos de las puertas al pasar pues a pesar del gran vientre olvidamos las nuevas dimensiones.
Hacia el sexto mes de
embarazo, los movimientos se vuelven más lentos. Es común sentir una baja de presión al incorporarte con rapidez debido a que durante este período el retorno de la sangre al corazón se ve dificultado por el útero que compresiona las venas abdominales.
La disminución el volumen sanguíneo en la parte superior del cuerpo afecta también al
cerebro y es por eso que la baja de circulación cerebral provoca somnolencia, en ocasiones náuseas y hasta síntomas visuales.
Este período es transitorio pues sucede hasta que el cuerpo modifica las proporciones de sangre que circulan por las distintas partes del organismo.