Los controles de rutina

Durante el
embarazo, el metabolismo de la mujer experimenta cambios profundos. Por ello, se sugiere realizar una serie de revisiones médicas y controles periódicos. De esta manera, se minimizan los riesgos durante el
embarazo y parto. Si los controles son realizados de manera correcta, dichos riesgos son nulos.
La primera consulta al médico, se deberá realizar ante la falta de menstruación y la sospecha de
embarazo. En esta primera consulta, el facultativo determinará una serie de análisis y controles que la madre deberá realizarse. Estos estudios determinarán las condiciones de salud de la mamá y del
embarazo.
Luego, la segunda consulta será alrededor del
tercer mes de embarazo. En esta instancia, se solicitará a la
futura mamá una
ecografía que determine el estado del
bebé y las condiciones intrauterinas. Hasta el
6º mes de embarazo, en caso de no tratarse de un
embarazo de riesgo, se debe visitar al médico cada un mes.
A partir de entonces, los controles se reanudarán cada 15 días. En esta etapa, posterior al
6º mes de embarazo, se comenzarán con los estudios relacionados al parto. Por ende, la madre comenzará a realizarse análisis de coagulación, etc., además de consumir un amplio complejo vitamínico. En esta etapa, se solicitará una segunda
ecografía.
Hacia
fines del embarazo, la consulta se hará semanal. Para esta etapa, la
futura mamá ya sentirá que su cuerpo se prepara para
dar a luz y
amamantar, por ello, seguramente la consulta al especialista sea de utilidad, para erradicar dudas propias del estado.
Concurrir al médico, es la opción más inteligente que toda
mujer embarazada puede adoptar.