Influencia del tiempo en las pruebas de embarazo

Las
lecturas negativas falsas (es decir, que indican que no hay embarazo cuando realmente sí lo hay) pueden ocurrir cuando la prueba se aplica muy temprano. Las pruebas cuantitativas de sangre y las más sensibles pruebas de orina normalmente detectan el hCG poco después de la implantación, que puede ocurrir en cualquier momento entre 6 y 12 días después de la ovulación.
Exámenes de orina menos sensibles y pruebas cualitativas de sangre pueden no detectar el embarazo hasta tres o cuatro días después de la implantación. La menstruación ocurre en promedio 14 días después de la ovulación, así que la probabilidad de un resultado negativo falso es muy baja una vez que el periodo menstrual se ha atrasado.
Sin embargo,
la ovulación puede no ocurrir regularmente (es decir, en un momento predecible) en el ciclo menstrual. Hay varios factores que pueden ocasionar una ovulación temprana o tardía, aún en mujeres con una historia de ciclos menstruales regulares. El uso de equipos predictores de ovulación (OPK, por sus siglas en inglés), o llevar un registro de los signos de fertilidad de la mucosidad cervical o de la temperatura basal del cuerpo pueden dar una idea más precisa de cuándo se debe hacer la prueba de que el simple cuenta de los días.
La precisión de una
prueba de embarazo está más relacionada al día de ovulación que al día en que ocurre la relación sexual. Es normal que el espermaviva hasta cinco días después del coito 6 en las trompas de Falopio, esperando a que ocurra la ovulación. 7 Puede tomar hasta doce días más que ocurra la implantación y otros tres o cuatro días para que los niveles de hCG sean detectables lo que significa que se pueden obtener resultados negativos falsos hasta tres semanas después del acto sexual que causar el embarazo.