Donante de Esperma en procesos de reproducción asistida

A veces hay personas o parejas que consiguen ser padres gracias a la donación de esperma y el vientre de alquiler. La donación de esperma se produce cuando un hombre cede voluntariamente su semen para que otras personas puedan tener hijos a partir de este material genético. Normalmente se trata de un acto gratuito y solidario, cuyo objetivo es ayudar a personas que, por diferentes motivos, no pueden o no quieren tener hijos a partir de su propio material reproductivo.
¿Qué se consigue con la donación de esperma?
El semen de donante suele utilizarse en procesos de inseminación artificial y de fecundación in vitro, en caso de mujeres sin pareja que desean ser madres, parejas homosexuales femeninas, parejas heterosexuales en las que le varón no puede o no quiere aportar su material genético.
Las primeras donaciones anónimas tuvieron lugar en la década de los 70. Para ser donante hay que estar sano y en edad fértil. Solo en Estados Unidos, se producen más de 10.000 nacimientos anuales con este sistema. Muchos de ellos, gracias a un vientre de alquiler.
¿Cómo empezó todo?
La idea fue de Paolo Mantegazza. En 1866 creó el primer banco de esperma para uso veterinario para mejorar la cría de especies domésticas. En la sociedad ya se empezaba a detectar cierta necesidad, ya que se hablaba de conservar el semen de los soldados que iban a la guerra con el objetivo de inseminar a sus viudas si morían en la batalla. En los años 50 se perfeccionó la técnica y empezó a congelarse el semen con ciertas garantías. Y, ya en los 70, se inició el despegue de las técnicas de inseminación artificial y de fecundación en vitro con material genético de donante.
El primer organismo público que intervino en este proceso fue en Francia. Concretamente se trataba del Centro de Estudio y Conservación de Semen Humano (CECOS) del que formaba parte la administración pública. Su objetivo era recolectar donaciones anónimas de semen, destinadas a aquellas parejas que no podían tener hijos.
En todo Europa está prohibido comercializar con órganos o sustancias procedentes del cuerpo humano, por lo que gestos como la donación de sangre o el trasplante de órganos debe ser gratuito. Por este motivo, se trata de donaciones gratuitas, aunque es cierto que las clínicas compensan a los donantes con una cantidad mínima por las molestias originadas y el tiempo que dedican a la donación. En Estados Unidos, sí se paga por estas donaciones y también por recurrir a un
vientre de alquiler.
La donación y conservación de esperma.
Una vez hecha la donación, la muestra se guarda en un banco de esperma en nitrógeno líquido y a una temperatura de 196 grados bajo cero. Es lo que se llama criopreservación. Se trata de un gran avance ya que, en ocasiones, el semen procede de pacientes que quieren garantizar su paternidad a pesar de la edad o algún tratamiento médico.
Por otro lado, cuando se usa semen de donante anónimo, éste debe ser crioperservado durante un mínimo de 6 meses para garantizar que no existen anticuerpos de Sida o Hepatitis.
Como curiosidad, podemos contaros que hay un Récord Guinness reconocido en este campo. El mayor banco de esperma del mundo se encuentra en Dinamarca y pertenece a una empresa privada. Surte de muestras de semen a todo el mundo y en muchos casos, como material genético para un vientre de alquiler. Aseguran que la mayoría de peticiones buscan donantes altos, de pelo y ojos oscuros. Es decir, en este caso, parece que no se busca el archiconocido perfil del prototipo del príncipe azul: rubio con ojos azules.
¿Qué hay del donante?
En tiempos de crisis, las donaciones de semen y óvulos han crecido exponencialmente. Es cierto que no se paga por ellas, pero la compensación por una donación de semen suele estar alrededor de los 50 euros. En vista de las altas tasas de paro en nuestro país, las clínicas de reproducción asistida han visto crecer el número de donantes y, en algunos casos, aseguran tener lista de espera. Sólo entre un 5 y un 10% de los candidatos son seleccionados.
Los donantes escogidos por la calidad de su semen, suelen hacer donaciones una vez por semana, durante 4 o 6 meses. Para ello, no deben tener relaciones sexuales entre 3 y 5 días antes de la donación, para que la muestra sea más rica. También deben cuidar su alimentación para garantizar la pureza del semen y tener entre 18 y 35 años. Se someten a pruebas para descartar enfermedades genéticas, infeccionas y patologías mentales.