Desprendimiento de placenta

En los
períodos de gestación, suceden a veces
complicaciones. Una de ellas, es el
desprendimiento de la placenta, esta puede ser parcial o total. Esto sucede cuando la placenta se separa del útero y a consecuencia de ello, los vasos sanguíneos se rompen. Este síntoma, generalmente, aparece durante el tercer trimestre, aunque se dan casos que ocurre durante el parto, generando problemas como:
-hemorragias que ponen en riesgo a la madre y al bebé (si esta se descontrola, puede causar la muerte)
-si hay escaso flujo de sangre debido a la rotura de los vasos, el riñón y el cerebro, se pueden ver dañados
-si este desprendimiento, ocurre antes de las semana 37, el parto se vuelve prematuro e incluso el bebé puede morir
-hemorragia después del parto
Los síntomas que conlleva este desplazamiento de placenta son:
-sangrado de la vagina (puede ser leve si se encuentra oculto)
-dolores abdominales de repente
-contracciones del útero de forma continuada
-malestar, náuseas, vértigos, mareos
-mucha sed
-el líquido amniótico tiene sangre
-el bebé disminuye el movimiento y le causa sufrimiento
Si tienes alguno de estos síntomas, has de acudir al médico inmediatamente para comprobar si se trata de desprendimiento y qué gravedad tiene. Si es leve, no es peligroso, pero ante todo, hay que medir la gravedad, pues un hecho de estas características, no se puede detener ni la placenta remplazar. Si se está cerca de la fecha del parto, este se puede adelantar a través de inducción o cesárea.